Deuil



No hizo falta que lavara las sábanas azules,
ni que utilizara y ensuciara de nuevo las de rayas,
no,
ya no hacen falta.

Ya no será necesario guardar la papilla de bebes en la nevera,
ya no hace falta conservarla.

No tengo que triturar ni remojar más comida,
ya no hay quien la necesite hecha jugo.

Ya no tendré que levantarme en la madrugada a alimentarle cuando comience a chillar de hambre,
ni tendré que obligar a nadie a tomar agua ni a comer por su bien,
ya no.
Yo ya no tendré de que preocuparme más que de mi misma.
Ya ella murió.

Pero solo Dios sabe  lo feliz que era preocupándome
Sólo Dios sabe que lo único que ahora vale la pena es que ella ya no sufrirá más,

De tan ardua batalla, su cuerpo quedó tenso del padecimiento,
sus ojos abiertos y su boca medio abierta.
Siento que me mira,
pero no se que dice su mirada.
 ni nunca lo sabré,
será otra incógnita más de la vida,
de esas que me hacen perder los alientos.

















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