Martes de Arte

La Onda Nueva y su época de surgimiento

Por: Jhonatan Díaz 

Nunca es malo imaginarnos el contexto en que surgieron todas estas expresiones: en muchos países de Latinoamérica asechaba un fantasma, y eso haría que unos años más tarde, comenzaran algunos gobiernos dictatoriales. Venezuela, fue uno de los poco países que no se vio inmiscuida en esas crisis sociales en la década de los 60 en adelante. El país observaba el resultado de las bonanzas petrolíferas: carreteras, obras públicas. Venezuela: el país de los inmigrantes, primero fueron los Europeos que huían de la guerra, y trajeron consigo toda su cultura, aportándola a la idiosincrasia venezolana, enriqueciéndola. Luego fueron los latinoamericanos exiliados: uruguayos, argentinos, chilenos, quienes botados a la deriva, decidieron hacer de Venezuela el país donde se asentarían sus raíces.

Ese contexto de desarrollo se vio reflejado también en las distintas artes. Caracas era la metrópoli latinoamericana capaz de compararse con París, Nueva York, por lo tanto, muchos artistas tenían a esta modesta ciudad como parada inevitable en su agenda.

 Hay muchas versiones de como a Aldemaro Romero se le ocurrió este género, unas dicen que mientras él estuvo en Nueva York, la Bossa Nova estaba en su apogeo, y de allí él se influenció para tiempo más tarde construirlo. Luego, tras un accidente de tráfico y convaleciente en el hospital, Aldemaro consiguió la inspiración para mostrarlo: era joropo, pero con instrumentos de Jazz. Esto ocurrió en 1968.

Desde 1970 a 1973 se celebró el "Festival mundial de Onda Nueva" como iniciativa para difundir el género, y tan sólo duró tres años, pues el Estado no quiso financiar esta iniciativa del autor.

Varios discos surgieron a raíz de este proyecto, de distintos artistas desde Italia, hasta México, y muchas canciones de Aldemaro quedaron marcadas en el inconsciente venezolano: De repente, carretera.

En la actualidad  el género sigue vigente, aunque, naturalmente, con menor difusión. Digo naturalmente, pues, la crisis del país conlleva que al hacer estos ejercicios de retrospectiva, ese esplendor fulgurante que llegó a tener ese género, y esa época, parezca inverosímil.

Pero sin más preámbulos, les dejo una muestra:



 Una muestra que a la juventud contemporánea nos permite atisbar un poco de esa belleza, y asirnos someramente a un pasado que, lamentablemente, no parece congruente con nuestro presente.

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