Paso a paso
El sendero y el camino se cerraron de pronto
-quizás ya llevaba rato perdiéndome-
pero seguí caminando.
Había un nuevo camino que se veía a cada paso.
Tenía miedo,
pero ponía la siguiente pisada
y luego la siguiente,
descubriendo con cada una lo que vendría.
Y el camino nunca apareció completo, jamás lo vi.
Y tuve que aprender lo que es la fe.
Pero entonces así, cuando la fe se convirtió en mi camino
más nunca tuve miedo de caminar.
Por: Natalia Rojas

Comentarios
Publicar un comentario