Acnun
A Alan, por volver a mi memoria con cada vacío de luna, por enseñarme a caminar.
Nunca nos detuvimos, ni un segundo.
Ni cuando de los ojos salian unas cuantas gotas
de las cataratas que llevábamos en el alma.
Nunca,
nunca no detuvimos, seguimos el paso,
y ahora
con el corazón en el pasado seguimos caminando.
Nunca nos detuvimos, ni un segundo.
Ni cuando de los ojos salian unas cuantas gotas
de las cataratas que llevábamos en el alma.
Nunca,
nunca no detuvimos, seguimos el paso,
y ahora
con el corazón en el pasado seguimos caminando.

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